miércoles, 6 de noviembre de 2013

Otra ola...

Resulta que cuando menos te lo esperas, aparece de la nada una ola solitaria, perfecta y además estás situado en el punto exacto, alejado del buitreo del pico...tú solo.
En realidad no sé que  da más gusto; saber que vas a coger  la ola del día, o ver que los neoprenos de los buitres se van a llenar de envidiosa baba...

Esa ola lo tiene todo, tamaño, fuerza, potencia y además mucho público observando al "cabronazo ese" que se va a hacer la ola del día y sin negociar su vida con nadie antes de tirarse a por ella...

Remada firme y profunda para asegurar una buena entrada y ahí estás...te dan ganas de hacer un corte de manga a las decenas de cabezas flotantes que te observan mientras, cómo boyas, ves oscilar al son de tu ola, TU OLA; hasta que desaparecen tras ella, estirando el cuello, viendo como tu difusa silueta atraviesa la pared de la ola...

-Hiiijoputa. Se oye con tono envidioso...

Sí ese soy yo. O mejor dicho así me siento hoy fuera del agua.

Cuenta atrás para Daniel-